Mirjana Pović, Enseñándole a las
Niñas Africanas a ser Científicas.
A,
Erica Glanz
Grupo: Tu Punto de Encuentro
“Si desde que somos pequeñas no tenemos referencias de mujeres matemáticas o físicas, ¿cómo vamos a elegir uno de estos campos cuando nos hagamos la pregunta?”.
Las anteriores palabras pertenecen a nuestra invitada de hoy, una MUJER, así en mayúsculas, activa y preocupada por la pobreza en la Africa Subsahariana, y en especial por el género femenino.
Hoy les presentamos a la astrofísica Mirjana Povíc, quien acaba de recibir por parte de la Organización “Nature”, el “Inspire Science Award”,“Premio por Inspirar al Estudio de la Ciencia”, el cual reconoce los logros de jóvenes investigadoras y sus esfuerzos para que otras mujeres accedan al ámbito científico.
Su interés por la astronomía surgió cuando era apenas una niña.
Cada día observaba el cielo y se preguntaba qué eran la Luna y el Sol.
“Tenemos un laboratorio encima nuestro (el cielo). Yo sentía mucha curiosidad y pensaba:
“Cuando sea mayor voy a entender de dónde vienen esa luz y esos puntos del cielo”.
También por aquel entonces sentía pasión por África.
El conflicto duró 10 años.
Poco después, la joven inició la carrera de astrofísica en la Universidad de Belgrado.
Cada día debía viajar más de 20 kilómetros desde Pançevo, la ciudad donde residía, hasta la capital, y dado que no tenía ni para pagar el transporte, hacía autostop para poder llegar a clase.
Con todo y éso consiguió graduarse y actualmente se desempeña como profesora del Instituto Etíope de Ciencia y Tecnología Espaciales”, constituyéndose en un referente para muchas chicas que viven en condiciones de pobreza.
Povic considera que la participación y apoyo activo en proyectos de desarrollo de investigación científica y educación en países del África Subsahariana, serán a largo plazo las mejores herramientas para luchar contra la pobreza.

Ha colaborado además en proyectos de educación de niñas y niños de la calle en Tanzania, Ruanda, Sudáfrica, y Ghana.
Desde enero del 2016 es la coordinadora de NASE, siglas de (Network for Astronomy School Education) para los países Africanos, programa en el cual trabajan con docentes de las escuelas secundarias para mejorar su formación en física y astronomía.

Lleva mas de quince años trabajando activamente por los derechos humanos en áreas educativas, migraciones, inclusión, exclusión social y prostitución, a través de la enseñanza, la investigación y la publicación de informes y denuncias públicas sobre violaciones de los derechos humanos.
El propósito del mismo es darle visibilidad a las mujeres científicas, y fomentar la vocación entre las estudiantes de secundaria para hacer carreras STEM.
En un estudio publicado en 2017 en la revista Science, le preguntaron a niños y niñas si al hablarles de una persona especialmente inteligente, creían que era de su sexo o del contrario.
Los chicos de cinco años, les era indiferente, pero a partir de los seis, descendía la posibilidad que las niñas estimaran que la persona inteligente fuera de su sexo.
“Desde que somos pequeñas siempre hemos sido sobreprotegidas en todo el mundo.
“Se nos muestra que somos más frágiles, y esa desconfianza de los demás se nos queda grabada para siempre.
Para ponerle punto final a esos prejuicios y fomentar la vocación entre las niñas, es imprescindible que tengan referentes femeninos”.
“La pobreza no afecta a toda la sociedad de la misma forma”.
“Las que más sufren son las mujeres. Todavía se da prioridad a los muchachos para que puedan estudiar”
Luchar contra estos estereotipos y lograr que las niñas puedan ser científicas en África o en cualquier lugar del mundo “no corresponde solo a las maestras, madres o mujeres líderes”. Es un trabajo de la sociedad”, afirma la astrofísica.
Para ella, es fundamental informar que este tipo de sesgos existen para intentar evitarlos tanto en las escuelas como en Internet y los medios de comunicación.
Ella le da prioridad a las chicas que estudian en el instituto a la hora de supervisar sus proyectos, y está convencida de que poco a poco el cambio será posible.
Muestra de ello es la primera jovencita en Ruanda que terminó un máster en Astronomía y está haciendo ahora un doctorado.
La idea es que cada vez sean más las mujeres que trabajen como matemáticas, físicas o astrónomas y den clases en universidades.
Es decir, que existan más referentes para que las niñas en África también quieran y puedan ser científicas.
Sin duda alguna, la entrega de esta mujer a sus causas, es un digno ejemplo y una fuente de inspiración que por lo menos vale la pena difundir.
Nada se hace en un dia, ni solo…
Feliz dia!
FUENTES:
Infobae.com
elpais.es
etssti.org
Creatividad Internacional
wordpress.com
slideplayer.es
Rollings college
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